domingo, 21 de noviembre de 2010

Nuestra región acorralada

Nuestra región, me refiero a Bocas del Toro y el sector del Caribe de la Comarca Ngobe-Bulgé, está acorralada por la política mercantilista del gobierno de turno, quizá en mayor medida que nunca antes. Para distraernos de sus verdaderos propósitos, utilizan todas las estrategias de las "relaciones públicas" habidas y por haber.

Están las estrategias demagógicas, dirigidas a las comunidades más pobres, donde todo se resumen a regalar (cosas de poco valor pero en cantidad, como las famosas bicicletas o las bolsas con comida que se distribuyeron en Changuinola) para engañar, justificar o hasta para disculparse sin querer admitirlo de sus enormes errores.

Están las estrategias mercadotécnicas, dirigidas a los empresarios de nuestra provincia, para hacerles creer que ellos son parte de ese desarrollo y que se beneficiarán con todos los beneficios que está recibiendo el país, sin darse cuenta que nuestros empresarios son simples marionetas y lacayos que sólo les sirven a los más poderosos para ayudarlos a enriquecerse más.

Por eso oímos constantemente afirmaciones por parte de algunos de nuestros conciudadanos aprobando lo lo malo que está haciendo este gobierno. A muchos de nuestros empresarios les falta tener personalidad propia y, peor aún, conciencia y responsabilidad con esta región que les está dando de comer. Como envidian a los más poderosos, tratan de imitarlos sin darse cuenta de que terminan siendo una caricatura de ellos.

Finalmente, están las estrategias educativas, dirigidas a nuestra juventud, mediante las cuales se pretende condicionar desde ahora su participación en la sociedad haciéndoles olvidar la vida real, disociándola mediante un lavado de cerebro generacional que les impida ver lo que pasa hasta que sea demasiado tarde. El Ministerio de Educación es, sin lugar a dudas, el medio utilizado para llevar adelante esta lamentable labor.

La minería a cielo abierto, las grandes represas y la venta de nuestras costas e islas es el precio que tenemos que pagar por querer ser parte de ese "desfile de carnaval" en el que siempre seremos las comparsas y nunca los directores.

En Bocas del Toro, cuando llega cualquier empresa que pretende usufructuar nuestros recursos, todo el mundo anda con una gorra, una camiseta, o una pluma con el logo de esa empresa. Llueven mochilas y útiles en las escuelas locales. Algunas hasta reciben algunas computadoras. Se comprometen a ejecutar obras para beneficio de las comunidades donde se asentarán… eso es de lo más común y tan usado que hasta se pelean entre ellas diciendo que ellos no son iguales a las otras que pasaron antes.

Recuerdo claramente que, al comenzar las mejoras del Parque Bolívar en Bocas del Toro, por parte de una de las empresas mencionadas, todos nos preguntamos ¿que lograrían “a cambio” con nuestras autoridades? Poco tiempo después lo supimos al aprobar el Concejo Municipal de Bocas del Toro el aumento en la altura de los edificios para que estos empresarios pudieran construir verdaderas moles de concreto, desvirtuando así nuestras declaraciones de preservar la cultura local. Y esas disposiciones aún están vigentes.

Abramos los ojos. Las bicicletas regaladas pueden engañar a los niños, pero no deberían engañarnos a nosotros, los adultos. A menos que no nos interese el futuro de nuestra región, ni nuestros descendientes.

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